San Andrés cuenta con gestor ambiental de residuos peligrosos
Fuente: El Nuevo Siglo
El archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, alcanzó un avance sin precedentes, con el apoyo de Punto Azul, con la consolidación del primer gestor ambiental de residuos peligrosos, elegido por concurso, quién realizará a partir de ahora la adecuada disposición final de los residuos posconsumo.
La convocatoria incluye el apoyo financiero de $80 millones, inicialmente, como capital semilla entregado por Punto Azul al ganador, así mismo la ayuda técnico, jurídico y logístico en conjunto con las autoridades, que tiene como objetivo la disminución del impacto ambiental que está sufriendo el archipiélago, a causa de la contaminación farmacológica y a su vez, será parte activa en el desarrollo económico generando empleo y bienestar entre la población.
El ganador fue Ecoisla S.A.S., emprendimiento ambiental integrado por jóvenes comprometidos con el desarrollo sostenible de la isla.
Punto Azul, que es entidad que integra al 97% de los laboratorios de Colombia y cerca de 200 representantes de la industria de consumo masivo, se unió a la Secretaría de Salud de la Gobernación, Coralina y la Cámara de Comercio del Archipiélago, para lograr la consolidación de este gestor ambiental.
“Es un orgullo ser el primer país en América Latina que apoya emprendedores ambientales para trabajar con su comunidad, enfocados en disminuir el impacto ambiental. Y nos enorgullece aún más que sea en San Andrés, un santuario ecológico que atraviesa un riesgo inminente. Por eso, Punto Azul ha trabajado desde hace ocho años de la mano de autoridades locales, de sus afiliados y de la comunidad para desarrollar planes estratégicos de sostenibilidad, que hasta hoy no existían puesto que el archipiélago no contaba con gestores autorizados que aportaran al cierre del ciclo de los residuos posconsumo”, comentó Jorge Enrique Trujillo, director ejecutivo de Punto Azul.
En esta convocatoria participaron diferentes actores públicos y privados, colombianos entre 18 y 35 años domiciliados en el archipiélago, que presentaron proyectos para aminorar el exacerbado deterioro ambiental por el que está atravesando el ecosistema y la propia población.